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La palabra pabellón proviene del francés antiguo paveillon, heredada del latín papilio o papilionis, la cual significa ‘mariposa’ o ‘tienda de campaña’[1] debido a que algunas de estas estructuras de los militares del imperio romano tenían amplios laterales que se extendían como alas para dar cobijo a zonas de reunión y trabajo, asemejándose a dicho insecto.

 

Más tarde, el término pasó a utilizarse para referirse a edificios aislados (como las glorietas). No obstante, en la actualidad, a estos edificios se les suma comúnmente la condición de depender de algún otro, entendiéndose como un anexo de tal.

 

Aun así, existe una marcada tendencia a construir pabellones autónomos, estrictamente como edificios aislados, que funcionan como laboratorios arquitectónicos, en donde el único fin de tales es experimentar ideas, formas y técnicas de construcción dentro de la disciplina arquitectónica.

 

Tal vez la más destacada serie de pabellones de esta índole es avanzada por el proyecto Serpentine Pavilion de las Galerías Serpentine[2], ubicado en los jardines londinenses de Kensington. Este proyecto opera desde el 2000[3] y produce anualmente un nuevo pabellón a cargo de algún starchitect (Zaha Hadid inauguró y estableció el tono de este proyecto en dicho año).

 

Distanciarnos de esta práctica e historia sobre los pabellones, y tratar con su definición en sí, nos es a nosotros mucho más factible, pues, no somos ningún legionario, ni starchitect. Al tomar dicha postura, del pabellón nos queda solo su etimología: el papilio, o la mariposa, la cual nos parece suficiente. Por ello este proyecto consiste en un laboratorio arquitectónico para crear mariposas, tal vez unas más etimológicas que literales.

 

Mariposa, más que definir un objeto, narra una acción: “María posa”[4] (nada más que dentro de la palabra se utiliza la apócope del nombre María[5] -mari-). Siguiendo esto estrictamente, cada pabellón o mariposa de este proyecto, se encarga entonces de ‘María’, cómo posa, y sobre dónde se posa.

 

Nos valemos del recurso de la pintura para retratar a ‘María’ (en esta primera ocasión, la comunicadora argentina María Sztajnszrajber), y a su pose le damos soporte mediante una arquitectura a escala 1:100, porque nuestros pabellones —o mariposas— no son ‘obras’ sino ‘maquetas’ de arte. 

 

[1] “Pabellón, antiguamente ‘tienda de campaña’, 1490, de donde ‘glorieta, emparrado’, 1641, y luego ‘edificio aislado’. Del fr. ant. Paveillon ‘tienda de campaña’ (hoy pavillon), que vino del lat. PAPILIO, -ONIS, ‘mariposa’, y más tarde ‘tienda de campaña’, por comparación de las alas del insecto con las de la tienda agitadas por el viento.” Corominas, J. 1987. Breve Diccionario Etimológico de la Lengua Castellana. Editorial Gredos, S.A. Pág. 431.

[2] Serpentine Galleries, 2023. Sobre las Serpentine Galleries. https://www.serpentinegalleries.org/about/

[3]Ibid. https://www.serpentinegalleries.org/whats-on/archive/year/2000/

[4] “Mariposa. De Mari, apóc. de María, y posar.” RAE, 2022. Mariposa, Diccionario de la lengua española. Base de datos. https://dle.rae.es/mariposa?m=form

[5] Al ser “María” un nombre tan común en España desde antaño, pasó a denotar rasgos femeninos al colocarse como prefijo -mari- en distintas palabras.